sábado, 8 de febrero de 2014

A mi corazón


Miles de sensaciones. Cientos de pasiones. 
Mi cuerpo a veces deja el corazón al descubierto. Pero otras, él, permanece bien adentro. Escondido, protegido. Sólo dispuesto 
a estar en contacto conmigo misma. 
Él sabe que no lo lastimaré y mucho menos permitiré que otra persona vuelva a dañarlo, o a dinamitarlo. 
Confía en mí, pero a veces me reclama al descuidarlo. 
Me pide a gritos que ya no lo exponga. Que escuche lo que 
me dice cada día, cada noche...
Ciertas veces lo escucho llorar. Me siento culpable de sus penas. Quiero aliviar su lamento y le prometo que ya no habrá más condenas. Limpio sus lágrimas con un cuidado extremo. 
Veo sus heridas tan profundas y lo comprendo.
Corazón, de hoy en más te hago un juramento: "Pensaré más en vos a la hora de expresar sentimientos".


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